In memoriam

Me han pedido que me despida de vosotros, que vaya pensando en retirarme, tomarme las cosas con más calma y relajarme. La verdad, últimamente me encuentro un poco cansado. Ya no soy aquel joven alocado, todo el día pensando en jugar y correr de aquí para allá persiguiendo una piña o nadando tras un palo. Además, desde ayer estoy más fatigado y me duele mucho la barriga. Con deciros que ni siquiera tengo apetito... Incluso me llevaron a otra clínica donde dos chicas muy majas me hicieron un montón de caricias. Después me pasaron una cosa con un gel muy frío por la tripa mientras mi dueño me sujetaba. Estaba un poco asustado. Los tres miraban una pantallita de televisión y decían que aquello no tenía buena pinta. No sé a qué se referían. Hoy, para más inri, me han puesto suero y muchas inyecciones.
En fin, creo que voy a hacerles caso y voy a retirarme de la vida pública. Pero, no os preocupéis, pues el personal del Centro Veterinario Travesía os seguirá informando puntualmente de todos los temas relacionados con la salud de vuestras mascotas. Eso sí, seguro que no lo harán con esa chispa que me caracteriza, pero qué le vamos a hacer, no se le pueden pedir peras al olmo. Así que os dejo en buenas manos.
Me va gustando la idea de retirarme a descansar. Tengo mucho sueño y me duele tanto la barriga...
Un saludo y hasta siempre.
Trasto

Trasto nos dejó el pasado miércoles tres de marzo. Dos días antes había amanecido con vómitos y un fuerte dolor abdominal. De poco sirvieron los análisis, radiografías, ecografías e, incluso, la cirugía que le realizamos. Su vesícula biliar estaba muy mal.
Pero antes de irse, al igual que a lo largo de toda su vida, nos dejó varias enseñanzas. La primera, aguantó estoicamente el dolor, sin quejarse cuando le exploramos ni cuando le realizamos las pruebas. La segunda, nos recordó tristemente la insoportable levedad de la existencia. No se lo llevaron, como cabría suponer, sus riñones renqueantes, ni su hernia perineal, ni siquiera esa artrosis vertebral que descubrimos al hacerle las radiografías... Se fue de repente, sin avisar. Apenas tuvimos tiempo de despedirnos. Fueron casi trece años de convivencia que permanecerán en nuestro recuerdo y en nuestro corazón.
O quam cito transit gloria mundi.

Un saludo

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