La vacunación de los gatos

En una entrada anterior, os hemos contado cuál es la edad idónea para haceros con un cachorro de perro y cuáles son los primeros cuidados veterinarios que hay que prestarle. Ahora vamos a hacer lo mismo, pero en referencia a los gatitos.
El momento ideal para adoptar un gato es entre los dos y los tres meses de edad. Se trata de una edad en la que ya come perfectamente y durante la cual ha tenido tiempo de socializarse con sus congéneres pero todavía podrá adaptarse con facilidad a su nueva familia humana.
La mayor parte de los gatitos tienen lombrices intestinales, ya que sus madres pueden contagiárselas a través de la leche durante la lactación. Así que se deben desparasitar internamente a partir de las tres o cuatro semanas de edad y siempre antes de administrarles la primera dosis de las vacunas. Por supuesto, este tipo de parásitos son más frecuentes en aquellos gatitos hijos de gatas callejeras o con acceso al exterior. Es importante desparasitarlos también de pulgas y garrapatas que pueden debilitarlos y transmitirles enfermedades. No dudéis en acercarlos a la clínica para realizarles una exploración veterinaria adecuada.
A través de la vacunación se busca dar a los animales una mayor protección contra varias enfermedades infecciosas, algunas de ellas muy graves y que no tienen tratamiento. Los gatos, al igual que nosotros, tienen un sistema inmune que los defiende de las agresiones de gérmenes. Sin embargo, estas defensas no siempre son suficientes para combatirlas de forma adecuada. Sobre todo en animales jóvenes o en aquellos que viven en malas condiciones higiénicas o con una alimentación inadecuada. La vacunación estimula al sistema inmune para que la respuesta ante los ataques infecciosos sea más eficaz y duradera.
La pauta vacunal varía en función del modo de vida presente y futuro del gato. Tanto en cuanto al tipo de vacunas como a las fechas de su administración. Salvo en zonas de alto riesgo, lo habitual es empezar a vacunarlos de herpesvirus, calicivirus y panleucopenia (vacuna trivalente) a partir de los dos meses de edad. Dos semanas más tarde se les puede administrar la primera dosis de la vacuna del virus de la leucemia. Antes de administrar la vacuna del virus de la leucemia se le puede realizar un test para saber si ya ha estado en contacto con el virus. Son suficientes unas gotas de sangre y en diez minutos ya tenemos el resultado. Gracias a la vacunación está disminuyendo la incidencia de esta enfermedad, que es bastante baja, pero los gatos con acceso al exterior o recogidos de la calle o de refugios deberían ser testados para conocer su estado de salud. Si todo ha ido bien, en tres o cuatro semanas se puede administrar la segunda dosis de ambas vacunas y hasta un año más tarde ya no son necesarias más dosis.
Existen otras vacunas disponibles, contra enfermedades muy poco frecuentes y de eficacia no demasiado demostrada, por lo que en el Centro Veterinario Travesía hemos optado por no aplicarlas en nuestros planes habituales de vacunación de gatitos hasta que se realicen más estudios que avalen su eficacia.
Quizá tu gato vaya a vivir en un piso, sin acceso al exterior y sin contacto con otros gatos. Sin embargo, aún en esas condiciones es necesaria la vacunación. No de todas las enfermedades para las que hay vacunas disponibles, ya que algunas sólo se contagian por contacto estrecho entre gatos. Pero sí de otras que pueden transmitirse por gérmenes introducidos en casa en las suelas de los zapatos, la ropa o, por ejemplo, las ruedas del carro de la compra.
Por último, recordaros que ninguna vacuna garantiza una protección total frente a las enfermedades. En algunos casos el animal puede padecer la enfermedad aunque esté vacunado o desarrollarla porque ya es portador del virus, como el herpesvirus. Sin embargo, un gato vacunado tendrá menos recaídas y éstas serán más suaves.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía
Molinos de Ríomaior - Vilaboa - Pontevedra

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