Los cuidados del conejo

Los conejos son animales dóciles y cariñosos. Una vez socializados se convierten en
Bonny, el día de su primera revisión
unos estupendos animales de compañía. Son bastante limpios y no requieren de cuidados especiales. Reconocen al dueño y aprenden a responder cuando se les llama.
Como con cualquier otra mascota es fundamental que reciban una buena alimentación y mantenerlos en condiciones adecuadas.
En función de la raza varía el tamaño, el peso (de uno a 8 kg.) y la longitud del pelo, con una longevidad media de unos ocho años.

¿Sabías que un conejo mueve su nariz de 20 a 120 veces por minuto?

ALOJAMIENTO
La superficie de la jaula variará según de qué raza se trate, en relación a su tamaño. Debería ser lo suficientemente larga para que pueda dar dos o tres saltos con comodidad. En cuanto a la altura, la mínima que le permita ponerse de pie sobre las patas traseras (aproximadamente de 45 a 90 cm). El suelo se cubrirá con materiales tipo pellets, heno o mazorca molida, evitando arena de gato, virutas o serrín. Dicho material se cambiará a menudo para mantener limpia la jaula. Es muy importante proporcionarles un espacio cerrado reservado para el descanso (puede ser una caja de madera o cartón, un túnel, donde puedan ocultarse y descansar estirados) con el suelo cubierto de heno seco. 
Por supuesto, la jaula deberá estar bien ventilada y mejor en un sitio tranquilo, alejada de ruidos. Los acuarios no son adecuados, ya que es difícil limpiarlos bien y apenas tienen ventilación por lo que el amoníaco se acumula con facilidad.
A los conejos les cuesta regular su temperatura corporal y no soportan bien el calor, por lo que se deben evitar temperaturas por encima de 27ºC. Aunque también es conveniente que tomen un bañito de sol durante al menos unos minutos al día. Así que estará mejor en las habitaciones más frescas de la casa. Si hace mucho calor se les puede refrescar humedeciéndoles la nuca y las orejas.
Son animales territoriales, por lo que es mejor que vivan solos o que los compañeros sean de sexo diferente, ya que a menudo se pelean.
Conviene soltarlos por la casa para que hagan ejercicio. Siempre bajo supervisión, ya que pueden entrenerse y lastimarse royendo cualquier material apetecible que encuentren ¡como los cables eléctricos!. Sus horas de máxima actividad son al amanecer y al anochecer. Unos minutos diarios de ejercicio e interacción con sus dueños los harán más felices y sociables.
¡Ah!, y se les puede enseñar a utilizar un recipiente para hacer sus deposiciones, con papel o avena como absorbente.

¿Sabías que los conejos pueden ver hacia atrás sin girar la cabeza?

ALIMENTACIÓN
¡Mmmmm! ¡Qué jugoso diente de
león!.
Lo ideal es alimentarlos con una dieta comercial para darles una ración lo más equilibrada posible. Debe tener de un 12 a un 20% de fibra bruta y en torno a un 14 - 15% de proteína. Además, unas dos veces al día, la ración se suplementará con pequeñas cantidades de alimentos frescos como hierba fresca (limpia), zanahorias y sus hojas, hojas de verdura, diente de león, acelgas, apio, judías verdes sin semilla, endivias, rúcula, pimiento y hojas de remolacha. Y, a modo de golosina (es decir, en muy poca cantidad) frutas y pan duro. Para conejos de tamaño medio, una o dos cucharadas diarias de fruta, preferiblemente rica en fibra, como manzana, melocotón, ciruela, pera, melón, papaya, piña, etc. Siempre comprobando que no tienen diarrea. En ese caso es mejor retirar los "extras" y aumentar la cantidad de heno de la dieta.
Hay que evitar: berenjenas, aguacate, patatas, cebolla, ajo, coliflor, repollo, lechuga, tomates, legumbres, lácteos y semillas como las pipas de girasol.
Cambios bruscos en la dieta pueden provocar desarreglos intestinales, bastante peligrosos, así que cualquier modificación en la alimentación se hará de forma gradual.
Por supuesto, siempre deben tener acceso a agua fresca (mejor con bebederos de succión, vigilando que no se obstruyan y limpiándolos con frecuencia) y al heno. Éste le aporta fibra y desgasta sus dientes que crecen de forma continua y en caso de no limarlos les darán muchos problemas. Así que deben tener acceso a él a todas horas.

¿Sabías que los conejos tienen el labio superior dividido en dos y que pueden mover cada lado de forma independiente?

MANEJO
Se trata de unas mascotas que se estresan con mucha facilidad, por lo que deben manejarse de forma cuidadosa, sin movimientos bruscos, sobre todo durante el período de adaptación al nuevo hogar o en presencia de personas desconocidas. ¡El estrés y el miedo pueden provocarle una parada cardíaca!.
Sus huesos son bastante delicados y es fácil que se fracturen a consecuencia de una caída o una sacudida brusca de sus patas traseras. Así que la mejor forma de sujetarlos es con una mano de la piel del cuello y con la otra por debajo del cuerpo y las patas posteriores. ¡Nunca se deben agarrar por las orejas o dejar los miembros posteriores suspendidos en el aire!.
Las razas de pelo largo deben peinarse para evitar la formación de nudos, sobre todo en la época de muda. Ésta tiene lugar en primavera y otoño, empezando en la cabeza y progresando hacia atrás para terminar en los flancos (es lo que se llama muda "en onda"). Al acicalarse pueden tragar mucho pelo así que durante el cambio de pelo se le puede dar un poco de zumo de piña natural de vez en cuando (una o dos veces por semana) que actúa como laxante y facilita su eliminación.
Los que viven en pisos desgastan menos las uñas por lo que pueden crecer más de la cuenta. Se pueden cortar, con cuidado, utilizando un cortauñas para gatos.

¿Sabías que a los conejos los dientes les crecen sin parar? Por eso deben tener siempre heno.

CUIDADOS VETERINARIOS
Como con cualquier otra mascota, una vez adquirido se debe acudir al veterinario para revisarlo y detectar cualquier signo precoz de enfermedad.
Según las condiciones en las que vaya a vivir deberá tratarse de parásitos internos y/o externos o vacunarse de mixomatosis y de la enfermedad vírica hemorrágica.
Centro Veterinario Travesía

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