lunes, 19 de diciembre de 2011
Año mundial de la Veterinaria 2011 (y V)
lunes, 12 de diciembre de 2011
Mi gato se aburre



martes, 15 de noviembre de 2011
Thelaziosis canina (y felina)

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Hermoso ejemplar de P. variegata |
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domingo, 30 de octubre de 2011
Año mundial de la Veterinaria 2011 (IV)
Esta vez, para conmemorar el Año mundial de la Veterinaria, queremos hablaros de las investigaciones de primera línea llevadas a cabo por equipos veterinarios. Y entre ellas destaca el Proyecto de Investigación Lupa.
Centro Veterinario Travesía
viernes, 7 de octubre de 2011
Caliente, caliente
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Fauna callejera: la ciudad caliente2 |
Centro Veterinario Travesía
jueves, 29 de septiembre de 2011
A vueltas con las pulgas y las garrapatas


miércoles, 21 de septiembre de 2011
Perros potencialmente peligrosos

jueves, 15 de septiembre de 2011
Abandono de mascotas
lunes, 29 de agosto de 2011
Año mundial de la Veterinaria 2011 (III)

Inicialmente estaban centrados casi de forma exclusiva en el apoyo clínico, técnico y educacional para un manejo adecuado de los animales de producción, con el fin de mejorar la dieta e incrementar los recursos alimentarios y económicos de dichas comunidades.
Sin embargo, hoy en día, teniendo en cuenta la problemática alimentaria mundial, promueven un desarrollo rural justo en favor de la Soberanía Alimentaria. Ésta implica un cambio en la estructura de producción agroalimentaria hacia un modelo sostenible, respetuoso con el medio y con el contexto social donde tiene lugar.
miércoles, 27 de julio de 2011
¿Cuánto cuesta realmente el veterinario?
Independientemente de cuál sea la impresión con la que se quede cada uno, nos gustaría poder explicar con cierto detalle qué hay detrás de las tarifas de cada clínica veterinaria y el motivo por el cual cobramos lo lo que cobramos y no menos.
Os presentamos un texto de un colega nuestro, D. Jesús A. Gutiérrez Aragón que nos parece muy interesante.
Y quien quiera ver cómo es la "sufrida vida del veterinario" en clave de humor puede echarle un vistazo a una entrada anterior.
Un saludo.

Soy veterinario.
Muchas veces me encuentro con la incomprensión de la gente cuando quiero cobrar por el servicio prestado. Algunas personas se extrañan cuando les digo que es normal que cobre por mi trabajo, como lo hace cualquier persona honrada y parece que sólo están dispuestas a pagar el precio de los medicamentos administrados o prescritos. Casi como si tuviésemos la obligación, los veterinarios, de financiar una especie de Seguridad Social para los animales. Quizá, en parte, esta actitud se base en el desconocimiento de cuánto cuesta realmente el que un veterinario te reciba en su consulta y atienda a tu mascota. Ojalá esta exposición sirva para que puedas valorar mejor el esfuerzo que supone que el amigo de la bata de blanco te abra las puertas de su casa.
¿Si fueras veterinario, cuál querrías que fuese tu sueldo? Y no hablo de pretensiones desorbitadas. Pero, teniendo en cuenta que es un licenciado de grado superior, con unos conocimientos muy complicados de adquirir y aplicar, y que necesita renovarlos a la vez que el conocimiento científico avanza, creo que coincidiremos que 1.500€ al mes es una cantidad respetable pero no excesiva.
Normalmente en casi todas las clínicas suele haber un auxiliar, que se encarga de ayudar al veterinario en las cirugías, en la sujeción de los pacientes y en la preparación del material. También atiende el teléfono, lleva el control de existencias de la clínica y se encarga de que todo esté limpio. ¿Si fueras auxiliar veterinario, cuál querrías que fuese tu sueldo? Evidentemente ha de ser menor que el del veterinario, pero merece ser bien retribuido. ¿1.000€ es una cantidad justa? Parece un poco limitada pero en principio parece razonable.
¿Dónde queremos que nos reciba el veterinario? ¿En la calle, dentro de un coche, en un tenderete? Nos parece razonable que un panadero tenga su panadería, un abogado su despacho, un tendero su tienda y un veterinario su consulta. Pero hay que pagarla. Supongamos que es un local no muy grande y no muy bien situado. Pero aún así el alquiler o la hipoteca no suelen ser inferiores a los 800€ al mes. Como queremos que en su consulta el veterinario no nos tenga que recibir a la luz de las velas, hay que pagar electricidad. También el agua hay que pagarla. Y el teléfono lo mismo. Pero además el veterinario debe estar inscrito en el Colegio de Veterinarios para poder ejercer. Todo esto se lleva al mes unos 115€.
¿Tiene el veterinario alguna otra obligación legal? Pues sí. Debe contribuir al sostenimiento de la Seguridad Social como cualquier hijo de vecino. La mayoría de los veterinarios somos autónomos, así que aún a costa de recibir la pensión más baja posible, los veterinarios cotizamos con la cuota menor existente, 250€ más al mes.
¿Y qué pasa con el auxiliar? Pues que el veterinario quiere que al menos el auxiliar pueda recibir el paro si el negocio no va bien y que le quede una pensión decentita. Así que le hace un contrato. Pero eso supone que el contratador (el veterinario) debe pagar a la Seguridad Social (nuevamente) otros 300€.
¿Eso es todo? Lamentablemente aún no. Resulta que queremos que el veterinario tenga microscopio, fonendoscopio, material de cirugía para operar a nuestra querida mascota, sillas para que nos reciba, una mesa de exploración, aire acondicionado para no pasar calor en el verano, un esterilizador de material, anestesia, jaulas o incubadoras de hospitalización, un ordenador donde apuntar las fichas clínicas, un aparato de rayos x,… Vamos, que la clínica no sean cuatro paredes y sí una verdadera clínica veterinaria. Pero eso también cuesta. Pongamos que el veterinario se ha empeñado con el banco y paga todo esto en cómodos plazos de unos 800€ al mes (eso sí, durante muchos años)
¿Ya está? Pues tampoco. Resulta que tener un equipo de rayos X exige que el veterinario haya realizado un curso de director de instalaciones de radiodiagnóstico, tenga que abonar obligatoriamente a una empresa especializada la medición de la radiación emitida por el equipo y la recibida por el personal y a otra la gestión de los residuos generados en el proceso de revelado. Pero no son éstos los únicos residuos que deben ser retirados por empresas especializadas. También los objetos punzantes y cortantes (como agujas o bisturís) o los residuos biológicos requieren que el veterinario firme un contrato para su retirada periódica. Y aunque el veterinario no generase ningún residuo, esas empresas cobran igual. Lo mismo que cobran las empresas de mantenimiento del suministro de oxígeno, tan necesario para las operaciones. Todo esto supone un gasto mensual mínimo de 90€. Aunque pueda parecer un gasto menor, si un veterinario te manda un recordatorio postal o te manda un sms o te hace una llamada telefónica para avisarte de cuándo le tocan las vacunas o las desparasitaciones a tu mascota, eso supone un gasto medio mensual de unos 125€.
¿Hemos terminado? Pues en principio sí. Eso hace un total de 4.980€ al mes. Eso es lo mínimo que tendría que ingresar una clínica al mes para sobrevivir… si no existiesen Hacienda y los impuestos. Resulta que al veterinario hacienda le pide que en concepto de IVA pague el 8%. Y en concepto de retenciones el 20%. Así que en realidad el veterinario tiene que conseguir que su clínica ingrese cada mes 6.375€.
Entonces ¿cuánto cuesta realmente esa consulta de 30 minutos que he pasado con mi mascota? Pues vamos a considerar que el veterinario tiene vacaciones como todo el mundo y que disfruta de los días de fiesta que disfrutamos todos. Eso hace que trabajando 40 horas a la semana tener abierta la clínica cueste 0,70€ el minuto. Así que 30 minutos de consulta deberían tener un coste mínimo de 21€. Y sería así si cada minuto de trabajo de la clínica fuese de atención a los pacientes. Pero resulta que no es así. Y no lo es por muchos motivos. A veces porque no hay pacientes que atender, a veces porque habiendo pacientes en la sala de espera el veterinario está atendiendo una consulta telefónica por la que, por supuesto, no va a recibir remuneración ninguna. Otras veces porque está respondiendo esa misma consulta en la misma sala de espera a alguien que ha entrado y que “sólo quiere hacer un pregunta”. Y finalmente en otras ocasiones porque está atendiendo a los asuntos propios de mantener en marcha un negocio, cualquier negocio. Al final el veterinario con suerte puede dedicar el 75% de su tiempo a atender pacientes por los que va a recibir una remuneración. En ocasiones es sólo el 50% y muchos otros no llegan ni al 30%. Pero si queremos que la clínica siga donde está, que podamos acceder a ese servicio que nos viene tan bien, resulta que entre todos los que hacemos uso de él debemos hacernos cargo de su coste. Así que en realidad, dependiendo del uso que hagamos de la clínica el coste de la consulta sube a entre 26€ y 36€. Y todo eso es sin sumar el gasto de material o de medicamentos que se hayan gastado en la consulta. Si el veterinario ha usado 3 jeringuillas y ha inyectado un antibiótico, un antialérgico, un analgésico o una vacuna, eso también debemos pagarlo.
¿Cuánto pagas por la consulta en tu veterinario? Si pagas de acuerdo al cálculo anterior has de saber que aún así pagas poco. ¿Por qué? Porque ese mismo veterinario que tan bien te atiende debe renovar sus conocimientos, estar al día de las novedades científicas, mejorar para ofrecerte el mejor servicio. Y eso lo hace a través de la pertenencia a asociaciones, la asistencia a cursos, congresos o charlas, la adquisición de libros y revistas,… que como podrás adivinar también tienen un coste. Coste que debemos sufragar quienes hacemos uso de sus servicios. Pero si además contamos con que si nos llevamos un medicamento o un pienso o un accesorio el veterinario ya lo ha pagado antes al proveedor, o con que las cosas se rompen o gastan y hay que reponerlas, o con que además queremos que el veterinario nos atienda a las 3 de la madrugada el día de Navidad si es que lo necesitamos, entonces nos daremos cuenta de que el coste real de la consulta es superior al que habíamos calculado anteriormente.
¿Y por qué voy a tener que pagarle yo todas estas cosas al veterinario? Es verdad, no tienes porqué hacerlo. Pero si no lo haces no tendrás acceso a una clínica bien equipada, ni a un equipo veterinario bien preparado y que actualiza sus conocimientos. Quizá no tendrás tampoco urgencias o tendrás que desplazarte a otro sitio a hacer una radiografía o una ecografía o una operación. Al final quizá esa clínica tenga que cerrar. Y ya no estará el veterinario que conocía a tu mascota desde que era pequeña y que te gustaba tanto cómo la trataba. Ya no estará la clínica que te quedaba tan cerca de casa y que te atendía como si fueses uno más de la familia. Tendrás que buscarte otro sitio donde traten a tu mascota. Y tendrás que pagarlo. Sólo que esa clínica probablemente ha sobrevivido porque tenía beneficios y en una economía como la nuestra los beneficios están relacionados con los precios. Así que sí, te tocará pagar lo mismo o más. Sólo que más lejos y a alguien que no conoce a tu mascota desde que era un cachorrillo.
¿Tu veterinario te cobra la consulta más barata? Bueno, seguro que ya intuyes el motivo. Ninguno de los proveedores le hace rebajas al veterinario. Los suministradores de electricidad, agua, oxígeno o teléfono tampoco hacen descuentos. Invariablemente los bancos exigen las devoluciones de créditos el primer día de cada mes. Y los empleados cobran religiosa y puntualmente lo que marca su contrato. Así, que ¿cómo es posible que tu veterinario te cobre menos de lo que debería? Ya lo sabes, ¿verdad? Tu veterinario cobra bastante menos de lo que le correspondería. Por eso, en España, la mayoría de los veterinarios con suerte llegamos a ser mileuristas.
Piensa en ello la próxima vez que vayas al veterinario, le preguntes algo y no te cobre por ello.
Piensa en ello la próxima vez que vayas al veterinario, le consultes algo y te cobre por ello.
Jesús A. Gutiérrez Aragón
jueves, 14 de julio de 2011
Noa se está quedando calva

Existe cierta predisposición racial, sobre todo en los Boxer, Bulldog inglés, Airedale terrier y Schnauzer miniatura, como Noa.

La alopecia suele ser bilateral (es decir, a ambos lados del cuerpo), más o menos bien delimitada y con hiperpigmentación (la piel se vuelve oscura). No suele asociarse a inflamación y, por lo tanto, las lesiones no pican aunque sí pueden ser descamativas. En algunos casos pueden complicarse con infecciones bacterianas por lo que habrá granos y/o pústulas que sí producen picor. En raras ocasiones, puede afectarse la zona superior de la nariz, los extremos de las orejas y la zona posterior de las nalgas.
Las causas que provocan esta alteración no se conocen y lo habitual es que en tres o cuatro meses el pelo vuelva a crecer, eso sí, a veces con distinto color y/o textura que, de todas formas, se corregirán tras la siguiente muda.
El diagnóstico es bastante fácil en base al cuadro clínico, pero vuestro veterinario deberá descartar otro tipo de problemas de aspecto similar como acariosis, foliculitis bacterianas, vasculitis o hipotiroidismo, para lo que realizará diversas pruebas. Si lo considera necesario, os propondrá hacer una biopsia que confirmará el diagnóstico.
En realidad, se trata únicamente de un problema estético. Aproximadamente en el 20% de los perros

No se ha demostrado que ningún tratamiento resulte eficaz así que lo habitual es esperar a que vuelva a crecer el pelo por sí mismo, como hicimos con Noa.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía

martes, 5 de julio de 2011
Año mundial de la Veterinaria 2011 (II)

Hoy queremos resaltar la importancia de la profesión Veterinaria en la lucha contra las zoonosis y las enfermedades infecciosas emergentes.
El término zoonosis fue acuñado a partir de las palabras griegas zoon: animal y nosos: enfermedad. Así, etimológicamente se traduciría como "enfermedad de los animales". Sin embargo, la definición más aceptada de zoonosis sería la de aquellas enfermedades que puede padecer el hombre como consecuencia del contacto con los animales. Ejemplos de zoonosis serían la toxoplasmosis, la tiña o la rabia.
Las enfermedades infecciosas emergentes son enfermedades que surgen en lugares y momentos específicos y se pueden convertir en nuevas epidemias. Se trata de una de las amenazas más graves para la salud humana. Puede tratarse de enfermedades nuevas o ya conocidas consideradas controladas o casi desaparecidas, que vuelven a emerger.
Los veterinarios, tanto en el tratamiento de las enfermedades de los animales, -sean salvajes, de compañía o de abasto-, como en la investigación biomédica y en la salud pública nos encontramos en la primera línea de defensa y ataque contra este tipo de enfermedades cada vez más importantes.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía
miércoles, 22 de junio de 2011
Perreras municipales

Como comparación, nos muestra un centro de acogida de perros y gatos en Holanda, un país donde la conciencia social hacia los animales de compañía y su protección está mucho más desarrollada que en el nuestro.
Esperamos que os resulten interesantes.
Mascotas: adoptar o morir (I)
Mascotas: adoptar o morir (II)
Centro Veterinario Travesía
lunes, 20 de junio de 2011
Golpe de calor

El golpe de calor es un síndrome que suele relacionarse con la hipertermia, es decir, con una elevación intensa de la temperatura corporal. Los perros y los gatos tienen una temperatura corporal más o menos constante, igual que nosotros. Para mantenerla, utilizan una serie de mecanismos que elevan la temperatura cuando ésta disminuye por debajo de un umbral (como, por ejemplo, temblando) o intentan disminuirla cuando se eleva en exceso. Nosotros lo hacemos, básicamente, a través del sudor. Perros y gatos apenas sudan, únicamente a través de la piel de las manos y los pies. Los perros liberan calor sobre todo mediante el jadeo y los gatos, además del jadeo, lamiéndose. Así, al evaporarse la saliva consiguen disminuir su temperatura corporal.
Pero hay varios factores que disminuyen esta capacidad de liberar calor. En primer lugar, por supuesto, una temperatura ambiental elevada. También la humedad alta, el exceso de ejercicio o el estrés. Por ejemplo, cuando el animal queda en un sitio cerrado o con escasa ventilación expuesto a la radiación solar, como en el coche.
Además hay algunos animales más predispuestos como las razas braquicéfalas (gato Persa, Bulldog, Boxer...), animales obesos, con enfermedades de las vías respiratorias o con enfermedades cardiovasculares.
En dichas situaciones puede producirse una hipertermia: una temperatura rectal superior a los 41 ó 43 ºC.
¿Y qué signos muestra nuestra mascota si padece un golpe de calor?
Presentará jadeo, hipersalivación, taquicardia, respiración acelerada. Las mucosas estarán enrojecidas (congestivas). Puede tener vómitos y/o diarrea, temblores musculares, pérdida de consciencia y convulsiones.
Se produce una vasodilatación y una deshidratación lo que provoca un shock hipovolémico. También se acompaña de una caída de los niveles de azúcar en sangre (hipoglucemia) y de arritmias cardíacas. Y si se mantiene durante más tiempo pueden producirse daños orgánicos por pérdida de substancias corporales (electrolitos) y problemas renales que pueden llegar a ser permantentes.
Por lo que si os encontráis ante esta situación, buscad inmediatamente un veterinario y, mientras no lo encontráis, ahí van unos consejos.
Lo primero que debéis hacer es intentar bajar la temperatura corporal. Para ello, mojad a vuestra mascota con agua no muy fría. NO UTILICÉIS HIELO. El agua muy fría y el hielo pueden provocar una vasoconstricción, es decir, pueden hacer

Mientras tanto masajead los músculos con suavidad para favorecer la circulación sanguínea.
Si el animal está consciente podéis ofrecerle agua poco a poco.
Los signos de mejoría serán la recuperación del color normal de las mucosas, la normalización de las frecuencias cardíaca y respiratoria y la recuperación del estado mental.
Aunque consigáis la mejoría de vuestra mascota, debéis tener en cuenta que esos posibles daños internos de los que hemos hablado podrían manifestarse a medio plazo, por lo que siempre será conveniente una valoración por parte de vuestro veterinario.
Así que por favor, tened mucho cuidado con dejar a vuestras mascotas al sol o en el interior del coche. Y ojo también con el ejercicio intenso en los días de más calor e incluso con los paseos por las ciudades durante las horas de mayor radiación con estas aceras graníticas sin sombras donde cobijarse que se han puesto de moda ahora, sobre todo con los perros de razas chatas. Y, por supuesto, llevad siempre agua para aliviar la sed de vuestros amigos.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía

lunes, 13 de junio de 2011
Paseos perrunos


Ya hemos hablado sobre ello en una entrada reciente.
De todas formas, supongo que andaban un poco despistados y en realidad no querían incumplir las normas municipales, porque fijaos en la seña que os podéis encontrar al inicio del paseo al lado del estadio de Balaídos.

Creo que no hace falta hacer ningún comentario.
Un saludo
Centro Veterinario Travesía
viernes, 10 de junio de 2011
Año mundial de la Veterinaria 2011

Se trata de una efemérides que pretende mostrar la labor del veterinario a lo largo de la historia y divulgar la importancia de nuestra profesión en la sociedad actual, no solamente como médicos de animales domésticos, que es como nos perciben la mayor parte de las personas, sino como profesionales de la salud pública en la vigilancia de la calidad y la inocuidad de los alimentos, en la lucha contra las zoonosis, en la lucha contra el hambre en el mundo, en la investigación biomédica y en la protección del medio ambiente y de la biodiversidad.
Así que durante este año vamos a presentaros material divulgativo sobre la tarea de la profesión veterinaria en la sociedad del siglo XXI.
Y como no podía ser menos, después de la última crisis alimentaria en Alemania en la que se acusó injustamente al pepino español, vamos a explicaros la labor del veterinario en la seguridad alimentaria, es decir, para que todos podamos consumir alimentos con confianza y seguridad.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía
martes, 31 de mayo de 2011
Creencias erróneas (V): mi gato debe beber leche

La leche de vaca no debe considerarse una bebida. Perros y gatos deben beber agua que siempre estará su disposición, fresca y abundante. La leche debe considerarse un alimento.
Pero la leche de vaca es un alimento muy pobre para perros y gatos. En comparación con la leche de perra y de gata, la leche de vaca tiene muchas menos proteínas y grasas. Es decir, apenas los alimenta. Hay gente que cree que es todo lo contrario y cuando su veterinario le dice que no debería darle leche a su mascota entonces responde: "Es que yo se la doy desnatada, para que no sea tan fuerte y no le haga daño".
Pues no, porque el problema no viene de la grasa, sino de la lactosa, es decir, del azúcar propio de la leche. La leche de vaca es muy rica en lactosa, mucho más que la de perra o gata, por lo que la mayoría de nuestras mascotas no están adaptadas para digerirla adecuadamente (producen poca lactasa, la substancia que digiere la lactosa). Así que es muy frecuente que en estos animales, tomar leche les produzca diarrea.
Cuando son recién nacidos, los cachorros producen más lactasa, por lo que algunos pueden digerir bien la leche, pero muchos al crecer pierden esa capacidad y aparecen los problemas gastrointestinales.
Salvo que vuestra mascota sea intolerante a la lactosa, sí podría tomar derivados lácteos fermentados, como yogures, queso suave, cuajada, etc. Esto se debe a que en estos productos, a través del proceso de fermentación desaparece la mayor parte de la lactosa y son mucho más digestivos.
De todas formas, no todos los gatos y perros son iguales. Sobre todo aquellos a los que se les ha dado leche desde que eran cachorros son más tolerantes a la lactosa y no presentan problema alguno por tomar leche. Si ese es vuestro caso, por supuesto, podréis seguir dándosela, aunque de forma más bien esporádica, como si se tratara de una golosina.
Y en caso contrario, si queréis seguir ofreciéndole leche, podréis recurrir a las leches sin lactosa.
Así que ya sabéis, leche, de entrada, no.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía

viernes, 29 de abril de 2011
Parques para perros

Al igual que la sociedad ha cambiado su forma de ver a los perros que ahora son más un miembro de la familia que un trabajador útil, también deberían cambiar las leyes y los espacios públicos habilitados para el disfrute de los ciudadanos.
Porque según la ordenanza municipal del ayuntamiento de Vigo para la protección y tenencia de animales peligrosos en su título II, capítulo 1:
Artículo 7; punto 3: "Prohíbese a circulación e permanencia de cans e outros animais nas praias en período estival, definido este como o comprendido entre o 1 de xuño e o 30 de setembro".
Y en el artículo 11; punto 1: "con carácter xeral, nas vías públicas os animais deberán circular suxeitos con correa ou cadea con colar".
Punto 2: "A autoridade municipal fixará os horarios e espacios de esparexemento para animais nos que poderán circular libremente e soltos acompañados polo seu propietario/a ou posuidor/a". (?). (El signo de interrogación es cosa mía, porque, ¿alguien conoce cuales son esos lugares y horarios de esparcimiento?).
Creo que ya superados los albores del siglo XXI podríamos tomar como modelo lo realizado en otras ciudades y habilitar espacios abiertos donde poder disfrutar de nuestra mascota sin necesidad de llevarla sujeta con una correa. Y no sólo por nosotros, los propietarios, sino por tratarse de una necesidad animal, imprescindible para su equilibrio físico y psicológico. Beneficios que también revierten sobre la ciudadanía en general, ya que un perro bien socializado con otros animales y con las personas es un perro menos problemático y agresivo.
Ya que alardeamos de ser la ciudad más limpia de España (soy de los que opinan que si Vigo es la más limpia, cómo estarán las demás) y de ser una de las que tiene una mayor proporción de zonas verdes por habitante, no estaría de más habilitar, al menos en los parques de mayor tamaño como El Castro, Castrelos, La Guía o el recién inaugurado de Navia (que más bien parece un desierto verde sin una sombra donde cobijarse en los días de canícula), zonas para la expansión de nuestras mascotas. Y por favor, que no confundan una zona de esparcimiento con un retrete para perros. Ya hay varios ejemplos de distinto tipo. Aquí os dejo algún enlace (pinchad en las imágenes).



Y, ¿por qué no una zona de playa para disfrute común de personas y perros?. Véase lo que han promovido en varias playas de California.
Y una última cuestión: ¿para cuando el acceso libre de los perros a los medios de transporte público sin necesidad de ir en jaulas o transportines?
Y como despedida, os dejo un video de la primera inquilina del parque de Navia.
miércoles, 13 de abril de 2011
¡Mi gata no para de maullar! (o como controlar el celo de las gatas sin morir en el intento)

Y ahora, os voy a dejar de piedra diciéndoos que las gatas son hembras poliéstricas estacionales de ovulación inducida. No, no os pongáis nerviosos que ahora es lo explico. Vayamos por partes.
Poliéstrica significa que tiene varios celos durante una temporada o estación. Y lo de ovulación inducida quiere decir que únicamente ovula por estimulación vaginal. Vamos, que en condiciones normales es la monta la que provoca la ovulación. (Eso sí que es una sincronización perfecta).
Lo que todos conocemos como celo realmente consta de dos fases. La primera es el proestro que dura de uno a cuatro días. Durante esto

A diferencia de las perras, prácticamente no hay aumento de tamaño de los genitales externos durante el celo, por lo que no puede distinguirse a simple vista.

Existen multitud de factores que inducen el celo en las gatas. Pero, sobre todo, destacan dos, el incremento en las horas de luz del día y el aumento de la temperatura ambiental. Por eso, la mayor parte de las gatas empiezan a entrar en celo a partir de los meses de febrero o marzo hasta finales del verano u otoño. De todas formas, dicha estacionalidad es mucho más marcada en gatas de exterior puesto que las gatas que viven dentro de casa tienen muchas horas de luz al día debido a la luz artificial y una temperatura más bien alta a lo largo de todo el año.
Como curiosidad, deciros que las razas de pelo largo parecen ser más sensibles al fotoperíodo por lo que casi todas las gatas de estas razas suelen entrar en anestro (ausencia de celo) durante el invierno.
Y como la mayoría de las gatas en celo son muy escandalosas, ante esta papeleta, la mayor parte de los dueños acuden desesperados a su veterinario para lograr que su linda gatita se comporte como siempre lo había hecho hasta entonces, es decir, que esté más bien callada.
Hay varias opciones. Hay medicamentos orales en forma de pastillas e inyectables que no os recomiendo debido a sus posibles efectos secundarios. No está demasiado claro si alguno de ellos aumenta las probabilidades de padecer tumores pero sí se sabe que aumentan la incidencia de infecciones uterinas y también, aunque esto es bastante raro, una inflamación descomunal del tejido mamario. También favorecen el aumento de peso.
Otra

Y antes de terminar, mencionar otras dos cuestiones. Primero, lo mismo que ocurre con las perras, NO ES NECESARIO QUE LAS GATAS TENGAN UNA CAMADA. No es ni bueno ni malo para ellas, así que si no queréis, no tenéis que cruzarlas. Y segundo, las gatas no tienen menopausia. Sus ovarios siguen activos durante toda su vida aunque los celos suelen ser más suaves a medida que envejecen.
Un saludo
