Pulgas, pulgas y más pulgas

¡Hola a todos!
Hoy voy a hablaros de pulgas. Y alguno de vosotros se extrañará, porque "ahora que se termina el verano y vuelve el frío, ya no habrá pulgas". Ah, ¿eso creéis?. Pues sabed que estáis muy, pero que muy equivocados. Precisamente voy a hablaros de las pulgas ahora porque muchos de vosotros empezáis a bajar la guardia y luego vienen los disgustos.
Las pulgas son unos bichitos aplanados lateralmente, que corren como motos y saltan mucho. Hay varios tipos, pero la más frecuente tanto en perros como en gatos es la pulga del gato, que se llama (agarraos bien) Ctenocephalides felis. ¿Os acordáis de lo que es el ciclo biológico de un bicho del que ya os he hablado en alguna ocasión?. Pues el de la pulga es bastante sencillo, pero os hablaré de él porque es muy interesante para conocer cómo atacarlas.
Digamos que yo y mis circunstancias, Trasto, tengo encima una hermosa hembra de pulga gestante. ¡Hala, ahí se pone como loca a poner huevos y más huevos (hasta 2000 en un mes)!. Los huevos de pulga son casi transparentes y muy pequeños, vamos, que no se ven a simple vista (no confundirlos con las heces de pulga, -sangre medio digerida-, que tiene aspecto de posos de café en la zona baja del pelo de vuestra mascota, cerca de la piel, y que si se mojan se deshacen manchando de color pardo rojizo). Bueno, los huevos se caen de mi piel por gravedad. Es decir, allá a donde yo voy, se van los huevos conmigo y se quedan depositados en cualquier sitio.
De estos huevos salen larvas. Las larvas de pulga escapan de la luz y se van hacia abajo. Es decir, si han eclosionado sobre la moqueta, se van hacia la zona baja y así es difícil que las veáis. Estas larvas se alimentan de las heces de las pulgas adultas que también se van cayendo por ahí y de descamaciones de la piel (en este caso, de la mía).
Al cabo de un tiempo, la larva hace un capullo (parecido a los capullos de los gusanos de seda) y se transforma en pupa. Ese capullo es un aislante maravilloso y en él apenas entran los insecticidas que podáis aplicar en el ambiente. Después de un tiempo eclosiona la pulga, primero más jovencita, pequeña y oscura, después la adulta, más grande y de aspecto marronáceo. Se reproducen y a seguir poniendo huevos. Este ciclo, en condiciones de temperatura y humedad ideales dura un mes pero si el ambiente es menos adecuado se alarga hasta un año aproximadamente.Dicen los entendidos, que por cada 5 pulgas adultas que tenga encima de mí, habrá 95 en el ambiente, en forma de huevo, larva o pupa. Es decir, en la mayoría de los casos en los que vuestra mascota tenga un problema con estos huéspedes tan molestos, será por la carga parasitaria en el ambiente, es decir, porque hay muchas pulgas en casa y no porque cada vez que salga a dar un paseo vaya cosechando pulgas por la calle. Y no es un problema de limpieza. Por supuesto, cuanto más freguéis y aspiréis la casa (las alfombras por los dos lados, recordad que las larvas se van hacia abajo) mucho mejor, pero no por mucho limpiar lograréis deshaceros de ellas, ¡son una pesadilla!. Como dice mi dueño, las pulgas son como las moscas y las ratas, se pueden controlar, pero acabar con ellas...
Encima, con el clima de nuestro entorno, tenemos pulgas para dar y tomar durante todo el año. Aquí no tenemos calor o frío intensos que acaben con ellas y lo que sí tenemos es humedad alta, condiciones ideales para el desarrollo de los insectos. Y en invierno, aunque haga más frío, dentro de casa estamos con nuestra estufita, la calefacción... Vamos, que a las pulgas les gustan tanto nuestros hogares como a nosotros.
También algunos expertos dicen que con esto del cambio climático cada vez hay más parásitos externos y se mantienen las condiciones adecuadas para su desarrollo durante más tiempo a lo largo del año. De ahí que cada año haya más problemas con las pulgas y que por eso nos dé la impresión de que los insecticidas son cada vez menos eficaces.Recordad que si hay varios animales en casa hay que tratar a todos aunque alomejor sólo le veáis las pulgas a uno de ellos. Eso incluye a los hurones, conejos, etc. En general, todo ser vivo de sangre caliente y que tenga pelo (o plumas). Las pulgas no le hacen ascos a nada. Y cuidado con los gatos. Ellos se acicalan mucho y es difícil ver si tienen pulgas o no porque se limpian el pelo y la piel eliminando los restos que dejan. Además, la mayoría no se rascan salvo que tengan un picor muy intenso. Simplemente, se lamen más y eso puede pareceros normal. No digamos si vivís en una casa con finca por donde merodeen gatos callejeros. Ellos serán los que os lleven las pulgas hasta la puerta de casa.
Y ahora os lo voy a poner un poco más negro. Las pulgas pueden contagiar un gusano intestinal, una tenia, y también algunas infecciones, ¡incluso la peste bubónica! (pero no os preocupéis, todavía no he visto ningún caso). Además nos producen mucho malestar y, en ocasiones, dermatitis, sobre todo si desarrollamos alergia a sus picaduras (en ese caso, unas cuantas pulgas nos lo puede hacer pasar pero que muy mal).
Sabed también que las pulgas pueden picar a las personas. En general, por desgracia para nosotros, suelen preferir al animal pero ya os dije que no le hacen ascos a nada. Sobre todo cuando son muchas. Además, algunas personas las atraen más.
Y ahora viene lo mejor, cómo eliminarlas. Si sois perro o gato, a base de lambetazos y mordiscos. Si sois humanos, ¡para qué tenéis el dedo pulgar!. Bromas aparte. Ahí van algunos consejos.
Lo primero, no se mueren por inmersión. Por mucho que bañéis a vuestra mascota no conseguiréis eliminar sus pulgas. Vale que alguna que otra se queda en la bañera, pero no es un remedio eficaz.
Para eliminar las pulgas debéis:
1.- Tratar con insecticidas a todos los animales de la casa (me refiero a los de cuatro patas): se puede hacer de varias formas, unas más eficaces que otras. Champús con insecticidas, lociones, collares, sprays, aerosoles, pipetas, pastillas... Vuestro veterinario os aconsejará. Hay productos que actúan mejor como repelentes y otros que no lo  son pero resultan más eficaces matándolas. Desconfiad de los productos naturales a base de extractos de plantas. Pueden hacer algo, pero si de verdad tenéis un problema de pulgas en casa no os van a servir de nada. Lo interesante es utilizar un producto con efecto residual.  Si utilizáis un producto muy eficaz pero cuyo efecto desaparece al cabo de unas horas, poco conseguiréis. Son mejores aquellos productos cuyo poder insecticida se mantenga a lo largo de los días. Y cuidado con su toxicidad, hay insecticidas que pueden usarse en perros y no en gatos o conejos. Otros, en cambio, son muy seguros en todas las especies.
2.- Tratar el ambiente. Ya os he contado que el 95% del problema está en el ambiente. Es importante tratar las formas inmaduras. Para ello hay productos específicos. Unos inhiben el desarrollo de huevos y larvas y otros los matan directamente. Los mejores, aquellos que combinan las dos cosas. 
3.- Romper el ciclo biológico de la pulga. Esto se puede hacer de dos formas, tratando el ambiente como os he dicho (eliminando las formas inmaduras) o administrando un medicamento al perro o al gato que hace que cuando la pulga le pique no pueda poner huevos viables. Vamos, que se queda estéril. Esto lo hay en comprimidos, ampollas bebibles o inyectables para gatos.
Como siempre os digo, pedid consejo en vuestra clínica veterinaria. Tanto el veterinario como los auxiliares podrán resolver vuestras dudas. Y ahora ya sabéis que con las pulgas, ¡tolerancia cero!. ¡Cuanto más lejos mejor!.
Un saludo
Trasto

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