El comportamiento social del gato


Hoy voy a hablaros de la conducta social de los gatos. Porque mucha gente se cree que son como nosotros, los perros, y comparan su forma de ser y de relacionarse con las personas o con otros animales con la nuestra. Y en realidad, su comportamiento social es muy distinto del nuestro y del vuestro.

Os explicaré cómo viven los gatos silvestres para que entendáis cómo se relacionan entre ellos.
Los gatos silvestres suelen formar grupos que evitan el contacto con otros grupos. Generalmente, están constituidos por algunas hembras con lazos familiares (abuelas, hijas, nietas, sobrinas...) y los machos se encuentran en la periferia, predominando la presencia de uno de ellos, que podríamos llamar dominante, y que acostumbra a ser el reproductor. Este grupo de hembras coopera en la cría de los gatitos y en el acicalamiento mutuo. En general, el grupo tiende a rechazar a otros gatos, son más bien hostiles hacia los extraños.
Y ahora os explicaré por qué esta conducta social es distinta de la de los perros. Nosotros somos animales que cazamos grandes presas y necesitamos de la cooperación de todos los miembros de la manada para hacerlo. Competimos más a la hora de repartir el botín. Los gatos no, cazan pequeñas presas de forma individual y entre ellos no hay competencia por los recursos dentro del grupo. Por lo tanto, no es necesario que colaboren para el acceso a esos recursos por lo que no tienen una estructura jerárquica definida ni hay conductas de sumisión o apaciguamiento para resolver un conflicto. Más bien, rechazan el enfrentamiento, pero si éste llega a producirse, las agresiones pueden ser intensas y es difícil que se restaure la relación tras el conflicto.
Independientemente de todo esto, hay gatos que tienen más necesidades sociales y viven dentro del grupo mientras otros son más independientes. Y estas dos diferentes formas de relacionarse pueden coexistir entre los gatos que vivan en una misma casa. Como las interacciones sociales no son imprescindibles para su supervivencia, el hecho de que los gatos compartan un espacio físico (la vivienda) no implica necesariamente que pertenezcan al mismo grupo social.
Además, aunque el territorio se comparta, cada gato tendrá una serie de necesidades propias como:
1.- acceso libre e inmediato a recursos importantes cuando los necesite
2.- privacidad
3.- capacidad para escapar o evitar una situación de estrés.
Y cuando estas necesidades no se satisfacen, se genera ansiedad que puede desembocar en conductas de eliminación o marcaje inapropiadas o incluso el desarrollo de patologías orgánicas.

Por lo que es muy importante que en las casas donde convivan varios gatos haya:
- varios comederos donde puedan comer sin contacto visual con otros gatos comiendo
- varios bebederos y separados de la comida
- varias bandejas de arena para las deposiciones distribuidas en distintas estancias de la vivienda y quizá alguna de ellas tapada para aumentar la privacidad
- y diferentes escondites distribuidos en el espacio de forma tridimensional (es decir, también en altura).

Así que ya sabéis no intentéis tratar a un gato como si fuera un perro pequeño y si el vuestro no es muy mimoso, pues posiblemente él sea igual de feliz que aquel otro que está todo el día sobre vuestras piernas demandando caricias.
Un saludo
Trasto

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