Creencias erróneas (V): mi gato debe beber leche


Es muy frecuente que los propietarios de perros o gatos crean que sus mascotas deben beber leche. Muchos nos recordamos de pequeños ofreciéndole un plato de leche a un gatito abandonado. Pero, en realidad, no es recomendable darles leche.
La leche de vaca no debe considerarse una bebida. Perros y gatos deben beber agua que siempre estará su disposición, fresca y abundante. La leche debe considerarse un alimento.
Pero la leche de vaca es un alimento muy pobre para perros y gatos. En comparación con la leche de perra y de gata, la leche de vaca tiene muchas menos proteínas y grasas. Es decir, apenas los alimenta. Hay gente que cree que es todo lo contrario y cuando su veterinario le dice que no debería darle leche a su mascota entonces responde: "Es que yo se la doy desnatada, para que no sea tan fuerte y no le haga daño".
Pues no, porque el problema no viene de la grasa, sino de la lactosa, es decir, del azúcar propio de la leche. La leche de vaca es muy rica en lactosa, mucho más que la de perra o gata, por lo que la mayoría de nuestras mascotas no están adaptadas para digerirla adecuadamente (producen poca lactasa, la substancia que digiere la lactosa). Así que es muy frecuente que en estos animales, tomar leche les produzca diarrea.
Cuando son recién nacidos, los cachorros producen más lactasa, por lo que algunos pueden digerir bien la leche, pero muchos al crecer pierden esa capacidad y aparecen los problemas gastrointestinales.
Salvo que vuestra mascota sea intolerante a la lactosa, sí podría tomar derivados lácteos fermentados, como yogures, queso suave, cuajada, etc. Esto se debe a que en estos productos, a través del proceso de fermentación desaparece la mayor parte de la lactosa y son mucho más digestivos.
De todas formas, no todos los gatos y perros son iguales. Sobre todo aquellos a los que se les ha dado leche desde que eran cachorros son más tolerantes a la lactosa y no presentan problema alguno por tomar leche. Si ese es vuestro caso, por supuesto, podréis seguir dándosela, aunque de forma más bien esporádica, como si se tratara de una golosina.
Y en caso contrario, si queréis seguir ofreciéndole leche, podréis recurrir a las leches sin lactosa.
Así que ya sabéis, leche, de entrada, no.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía

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