La alimentación de las tortugas
Los
alimentos deben ser administrados a la misma temperatura del agua en el caso de
tortugas acuáticas o del ambiente del terrario en el caso de tortugas
terrestres. Nunca se les debe de dar la comida recién sacada de la nevera. Lo
ideal es ofrecer comida varias veces al día (mañana, mediodía y noche),
aprovechando para retirar los restos no consumidos y los excrementos cada vez
que se ofrece nuevo alimento. Si esto no es posible, es preferible dar la
comida por la mañana. En animales muy pequeños la comida se dará en trozos pequeñitos o incluso triturada para
favorecer la ingesta.
Hoy en día existen en el mercado alimentos secos específicos para tortugas acuáticas o terrestres que pueden alternarse con la comida fresca.
La
mayoría de las especies terrestres son vegetarianas y se les debe de ofrecer
una alimentación lo más variada posible: lechuga, zanahoria cruda o cocida,
judías verdes, guisantes, espinacas, calabaza, coliflor, brécol, maíz, acelgas,
diente de león, pétalos de flores y fruta, evitando los cítricos. En especies
omnívoras, de vez en cuando (y sólo de vez en cuando) se añadirán a la dieta
lombrices de tierra, insectos, carne picada e hígado, algo de pescado y mejillones.
En
cuanto a las tortugas acuáticas, la mayoría de las especies son omnívoras y
pueden comer pescado crudo (debe ofrecerse completo: con escamas, vísceras y
espinas, aunque puede trocearse), moluscos, cefalópodos o presas vivas como
caracoles acuáticos y terrestres, babosas, lombrices e insectos. El hígado de
pollo, conejo, cerdo o ternera es muy completo y rico en vitaminas.
No se debe abusar de gammarus, ni de jamón de
york u otro tipo de embutidos o de carnes magras, ya que pueden dar lugar a
alteraciones renales y hepáticas o desequilibrios entre minerales que conducen a problemas de huesos y de
caparazón.
Una
dieta rica en carotenoides, como el pescado o el hígado, es importante para
evitar la carencia de vitamina A, problema frecuente en galápagos. Cuando se
produce ésta, uno de los primeros síntomas es la afección ocular, también lesiones
en la cara, infecciones en el oído medio o en el tracto respiratorio.
Si
hay que complementar la dieta con vitaminas o minerales, pueden utilizarse
preparados que se administran directamente en la boca o inyectados en el
alimento.
Debe
permitirse que reciban luz directa del sol no filtrada a través de un cristal, que
les proporciona vitamina D, necesaria para la asimilación del calcio de la
dieta.
LA
CLAVE PARA QUE LAS TORTUGAS ESTÉN BIEN NUTRIDAS, RADICA EN LA APORTACIÓN DE LA MÁXIMA VARIEDAD DE ALIMENTOS
POSIBLE.