MASCOTAS SENIOR
MASCOTAS SENIOR
Guía práctica de cuidados y consejos para que nuestros
abueletes estén sanos y fuertes
La realidad es que casi todos
nuestros perros y gatos superan sobradamente la barrera de los siete años en la
que comienza el periodo de ‘’senectud’’. Esta etapa no tiene que pasar entre
penurias y achaques. Si los cuidados son los adecuados nuestro querido amigo
puede vivir sano y fuerte durante mucho más tiempo. La clave es la prevención,
que debe empezar cuanto antes.
Para que estén sanos deben tener la fortuna de que su genética
predisponga lo menos posible a enfermedades y poner de nuestra parte
ofreciéndole los mejores cuidados.
Un pilar fundamental es la Alimentación. Sus
necesidades no son las mismas que cuando eran cachorros o adultos jóvenes y
determinados ingredientes de su dieta deben modificarse. Probablemente, un
perro o gato de más de siete años ya no hará tanto ejercicio por lo que no
necesitará un alimento tan energético. Por otro lado, puede sufrir desgaste articular por lo que deberemos suplementar
su dieta con nutrientes que protejan sus articulaciones y prevengan ese
desgaste. Así, por ejemplo, hay dietas enriquecidas con extracto de mejillón
verde que mejoran la salud articular. En cuanto a su piel, una adecuada
proporción de ácidos grasos omega 3 y 6 en la dieta, regenera la capa grasa de
la piel, disminuyendo la inflamación y el picor, aumentando
la hidratación cutánea y controlando la seborrea. Otro aspecto
importante de la alimentación es su papel para mejorar tanto las defensas del organismo como su salud cerebral. Con
este objetivo, incluyen en su composición substancias como la vitamina E, otros
antioxidantes naturales o DHA que además refuerzan las barreras del propio
sistema digestivo. Por supuesto, no me olvido de mencionar que este tipo de
alimentos llevan una proporción controlada de sodio y fósforo para ayudar a
mantener la salud de órganos vitales, como el corazón, el hígado o los riñones.
Como podéis ver, existen dietas
específicamente diseñadas para esta etapa, y además, si nuestro abuelete tiene
algún problema más, disponemos de una amplia y eficaz gama de dietas de
prescripción para enfermedades como la insuficiencia renal, patologías
hepáticas o alérgicas, etc.
Cambiando de asunto, la Higiene ha de ser un punto prioritario. Los hábitos
higiénicos del animal pueden verse disminuidos con la edad (los gatos dejan de
lavarse tanto, de acicalarse y los perros pueden ser menos cuidadosos con los
pises y se manchan más a menudo). Así que tocará vigilar más que nunca que su
estado general sea adecuado: cepillado diario, limpieza de oídos y dientes. La dentadura es uno de sus puntos débiles. Desde
pequeñitos los debemos acostumbrar a la limpieza, con cepillo y pasta especial
para ellos. (La pasta dentífrica de los humanos tiene substancias tóxicas si se ingieren
en gran cantidad, como el flúor). Las visitas al veterinario y la revisión por
parte del propietario de las piezas dentales y encías evitarán infecciones,
depósitos de sarro y pérdida irreversible de las piezas.
Llegados a este punto os preguntaréis
por los cuidados preventivos, por la SALUD con mayúsculas, este campo se llama
geriatría. La Geriatría es una especialidad médica dedicada al estudio de la prevención, el diagnóstico , el tratamiento y la rehabilitación de las enfermedades de la senectud), pues ahí vamos:
Nuestra mascota, por mayor que sea,
debe seguir siendo desparasitada, vacunada y, lo más importante, debe
disfrutar, al menos, de una revisión geriátrica al año.
¿Qué es una revisión geriátrica? Es un chequeo general del animal que
realizará tu veterinario y que puede incluir, según sea necesario: una
exploración minuciosa, análisis de sangre y orina, una radiografía para ver el
corazón y los pulmones y quizá ecografías o electrocardiogramas. Realizándola es
posible encontrar problemas incipientes, patologías que se pueden controlar con
mayor facilidad diagnosticándolas antes de que den problemas serios. Habrá que tenerlo
muy en cuenta si tiene molestias al caminar
o al subir / bajar escaleras, si bebe mucho, orina
mucho o no aguanta por la noche, si pierde visión, pasa más tiempo
tumbado de lo normal, si lo ves tristón, si cambia los ciclos de sueño /
vigilia, etc. El examen incluirá todo lo que el veterinario
considere oportuno según el historial de vuestro amigo y los hallazgos
encontrados después de su exploración en la consulta.
Aunque no podremos evitar los efectos negativos de la edad sí podremos
retardarlos y ofrecer una mejor calidad de vida
a pesar de las dolencias que pueda padecer.
Y una última recomendación:
Un perro o gato senior, viejete,
maduro o abuelete, necesita nuestro cariño tanto o más que antes y podemos
demostrárselo adecuando el juego, las rutinas y los cuidados a esta etapa
larga y fructífera de su vida. Recordad seguir saliendo con ellos tres veces al
día, procurando en verano que no les dé el sol mucho tiempo y que los paseos no
sean muy largos. Si vemos que se cansa, puede descansar un ratito a la sombra y
volver a caminar cuando respire con normalidad. Lo mismo con el juego, podemos
divertirnos como siempre pero fijándonos en cómo respira para no agotarlo y, en
caso de duda, dejándolo descansar.
Así me despido, ¡Larga vida a
nuestros mejores amigos! Perros, gatos, hurones, conejos...
Débora Díez
Centro Veterinario Travesía
Débora Díez
Centro Veterinario Travesía