LA OBESIDAD EN NUESTRAS MASCOTAS
Al igual que sucede con las personas, cada vez es mayor el número de perros y gatos que padecen sobrepeso u obesidad en los países occidentales.
La obesidad no es una
enfermedad en sí misma. Básicamente es un exceso de grasa corporal, una condición física
que facilita que se desarrollen patologías como la diabetes, enfermedades de los huesos y las articulaciones, respiratorias, urinarias e incluso problemas dermatológicos. Está demostrado que los animales con sobrepeso tienen menor esperanza de vida que aquellos delgados o que se mantienen en su peso ideal. Además, también aumenta el riesgo de complicaciones en procesos quirúrgicos y anestésicos.
Pero, ¿a qué se debe el sobrepeso?
Los animales domésticos que, como tales, viven en nuestras casas, no gestionan su alimentación de la misma
forma que lo harían en estado salvaje. Así que, como propietarios, somos 100% responsables de su
condición física.
Seguramente a todos nos resulta habitual la escena del perro pidiendo bajo la mesa a la hora de
comer. Lo que él entiende son estímulos, en este caso olfativos, de
comida rica casera. No gasta energías
en ir a cazar a su presa. Cae, como muchos de nosotros, en las redes de los aromas y sabores intensos de la comida cocinada. Y en muchas ocasiones es pobre en nutrientes pero tiene un mayor porcentaje de grasa, proteínas y azúcares del que tienen los alimentos equilibrados específicos para ellos.
Pero también hay perros y gatos que únicamente comen su alimento y, sin embargo, tienen sobrepeso. En general, se mueven poco. Ya no son animales salvajes que viven a la intemperie persiguiendo y acechando a sus presas. Son mascotas de interior, que disponen de su alimento sin esfuerzo alguno. Muchos de ellos comen a demanda. Puede que incluso vivan en un entorno con pocos estímulos lo que hace que coman más. Y, desde luego, más de lo que deberían.
Aunque hay fármacos, como los corticoides, o enfermedades hormonales que pueden producir sobrepeso, la principal causa de obesidad es la sobrealimentación. Es decir, el organismo ingiere más calorías de las que gasta. Luego, el exceso de energía se almacena en forma de grasa.
¿Cómo saber si nuestra mascota tiene sobrepeso?
¿Cómo saber si nuestra mascota tiene sobrepeso?
A veces los propietarios no nos percatamos de que nuestro animal tiene sobrepeso. Se trata de un proceso lento y progresivo por lo que suele pasar desapercibido.
Muchas veces nos preguntamos cuánto debe pesar nuestra mascota y buscamos tablas en función de la raza, el tamaño... Sin embargo no existe un valor promedio ya que hay mucha disparidad de tamaños y conformaciones entre los gatos y los perros.
Existe una forma fácil y bastante fiable de averiguar si nuestro peludo tiene sobrepeso. Lo único que hay que hacer es palpar sus costillas, con suavidad. Deberían palparse sin dificultad, notando una fina capa de tejido entre ellas y la piel. Si tenemos que hacer presión para percibirlas, es probable que nuestra mascota sea candidata a una dieta de adelgazamiento.
OPERACIÓN BIKINI
Cuando proponemos una dieta adelgazante para nuestra mascota, nos marcamos un objetivo: reducir su peso entre un 1 - 2% a la semana.
Se utilizan dietas especiales, equilibradas, que combinan un aporte reducido de calorías con un incremento de otros nutrientes como vitaminas y minerales, para prevenir carencias, y proteínas para evitar la pérdida de masa muscular. Suelen incluir ingredientes con efecto "quema grasas" y fibra para aumentar la sensación de saciedad. Es imprescindible pesar la cantidad diaria de acuerdo con el veterinario.
Muy importante: eliminar completamente las "chuches” y cualquier "extra". Los premios no deben suponer más de un 10% de la ración diaria. Y cuanto menos energéticos, mejor. Os sorprendería
lo que puede llegar a gustar un trozo de manzana o de zanahoria. Un gesto
que suma día a día.
El
cambio de dieta no debe ser radical. Mezclaremos el nuevo alimento con el antiguo de forma gradual durante 4 ó 5 días. Es mejor dividir la ración diaria en tres o cuatro tomas. Con ello disminuye la sensación de hambre. Además, cada vez que se hace la digestión, el organismo quema calorías.
También es importante aumentar el ejercicio físico de nuestra mascota. No tanto por el consumo de calorías (que no es demasiado significativo) sino para mantener el tono muscular y favorecer su estado mental. Si se trata de un gato de interior será conveniente jugar con él durante unos minutos dos o tres veces al día y aumentar el enriquecimiento ambiental (ver entrada anterior). Si el que está obeso es nuestro perro, nada mejor que un buen paseo diario acompañado de juegos y carreras.
SEGUIMIENTO
El seguimiento va a ser el
punto clave para el éxito del plan de adelgazamiento.
Es habitual escuchar en la consulta con tono derrotista: “Adelgazó un poco pero después ha vuelto a engordar”. Debemos pesar a nuestra mascota cada dos semanas. Así valoramos de forma objetiva la reducción de peso. Y según el resultado, modificaremos la ración aumentándola o disminuyéndola según sea necesario.
Una vez alcanzado el peso ideal, se puede volver a una dieta de mantenimiento o seguir con la misma dieta adelgazante, ajustando la cantidad, ya que se trata de dietas totalmente equilibradas.