Otitis
Se considera que las consultas por otitis
externas en perros representan del cinco al diez por ciento de las visitas al
veterinario y en torno al dos por ciento si se trata de gatos. Se trata de una de las enfermedades dermatológicas más frecuentes
en nuestros animales de compañía, sobre todo en los perros. Y decimos
dermatológicas porque el recubrimiento de los conductos auditivos no es más que
una continuidad de la piel ligeramente modificada. Por ello, con frecuencia, las
otitis están relacionadas con enfermedades de la piel. Pero no adelantemos acontecimientos.
¿Qué provoca una otitis?
¿Qué provoca una otitis?
Son muchos los factores que inducen o
perpetúan una otitis, es decir, se trata de una patología multifactorial.
Existen varios factores que predisponen al
oído a padecer una otitis. Como la conformación o el tamaño del conducto
auditivo en razas como el Pastor alemán o el Shar pei, el exceso de pelo propio de ciertas
razas que impide una correcta aireación y eliminación de la cera, la humedad y
el calor excesivos (como en perros de orejas colgantes o que se bañan a
menudo), patologías obstructivas (como pólipos inflamatorios en gatos que
suelen asociarse a signos respiratorios o tumores) o tratamientos o limpiezas inapropiadas.
Dentro de las causas primarias, es decir,
aquellas que por sí mismas son capaces de provocar una otitis puede haber:
- cuerpos extraños: son frecuentes las
espigas de las hierbas en verano, sobre todo en aquellos perros de orejas
caídas como los Cocker. La espiga se engancha al pelo y, debido a la
configuración de sus fibras, se va introduciendo en el conducto con los
movimientos del animal
- parásitos: fundamentalmente un ácaro,
Otodectes cynotis. Se trata de la causa de otitis más frecuente en gatos, sobre
todo jóvenes, y también en cachorros ya que se contagian con facilidad y muchas
veces es la propia madre la que, aún en ausencia de síntomas, puede transmitirlos a sus hijos.
- enfermedades autoinmunes
- problemas de tipo seborreico (muchas veces
secundarios a enfermedades endocrinas) o alteraciones glandulares (¡las paredes de los conductos están tapizadas de un sinfín de glándulas!)
- tumores
Por otro lado se encuentran las causas
secundarias. Que son las que en un oído predispuesto y asociándose a alguna
causa primaria o a algún factor predisponente, desarrollan o perpetúan la
otitis. Así, nos encontramos con reacciones irritativas de contacto -debido al
uso de medicamentos o limpiadores-, bacterias y levaduras. Estas bacterias y
levaduras se encuentran con frecuencia en oídos de perros sanos sin que les den
ningún problema pero, aprovechando las condiciones de un oído ya “tocado” proliferan empeorando todo el cuadro.

Ante un problema de este tipo, vuestro
veterinario explorará concienzudamente los oídos de vuestra mascota. Los dos
oídos, porque la otitis puede afectar a uno de ellos o a los dos y cada oído
puede requerir un tratamiento diferente. En otitis complicadas y dolorosas puede ser necesaria
la sedación. Y, si lo considera conveniente, tomará muestras para observar al
microscopio y/o para realizar una citología y descubrir así qué tipo de
gérmenes están implicados. Incluso, en base a estos resultados puede solicitar
la realización de un antibiograma para averiguar cuál es el antibiótico más adecuado
para combatirlos.
El tratamiento suele asociar un
antiinflamatorio con un antibiótico, bactericida y/o fungicida. Siempre se
recomienda un tratamiento tópico, es decir, aplicado en el conducto auditivo,
generalmente en forma de gotas, dos veces al día. En algunos casos
puede ser recomendable asociar un tratamiento sistémico (es decir, actuando a
nivel general, sobre todo el organismo) como cuando se trata de parásitos,
cuando se requiere aumentar el efecto antiinflamatorio o cuando nos encontramos
ante una otitis complicada. Pero, en general, lo indicado ante un problema
de oídos es el tratamiento tópico. La forma de aplicarlo es la misma que ya os
habíamos explicado en la entrada sobre la limpieza de oídos, sólo que sin secar tan concienzudamente el conducto para eliminar los restos del producto.
Así el medicamento podrá actuar mejor y durante más tiempo.
A todo esto se le puede añadir el uso de un
limpiador ótico. Existen muchos en el mercado. Vuestro veterinario os
recomendará el más adecuado para vuestra mascota. La frecuencia de limpieza varía
en función del cuadro clínico. Estos limpiadores también pueden utilizarse como
forma de prevención en animales predispuestos a padecer otitis.
No pretendemos desanimaros, pero los
tratamientos suelen ser largos. En general, se recomienda un mínimo de dos a tres semanas en otitis agudas. Y siempre vuestro veterinario deberá valorar la evolución de la
enfermedad antes de suspender el tratamiento. Muchas otitis se cronifican
porque en cuanto el animal mejora el propietario deja de aplicar el tratamiento
sin que se haya producido la curación. La
utilización inadecuada de antibióticos puede destruir la flora normal e inducir la colonización masiva por bacterias patógenas.
Por último, en casos puntuales puede ser
necesario realizar cirugías de los oídos para facilitar la ventilación y la
limpieza del conducto.
Un saludo.
Centro Veterinario Travesía
Centro Veterinario Travesía